Tobias Sopalla
Christian Feddersen
El desarrollo de los acontecimientos en el Mar Rojo está generando un profundo impacto en las cadenas de suministro globales. La situación, que, ha ido en aumento durante los últimos tres meses, está planteando grandes desafíos y provocando alteraciones en las rutas marítimas de la zona. A medida que la situación se desarrolla, los marineros que operan en el Mar Rojo se encuentran con mayor riesgo. Las agresivas políticas del Movimiento Huti, apuntando especialmente a los buques que se dirigen hacia Israel o relacionados con acciones israelíes, han obligado a los navíos comerciales a desviarse hacia el Cabo Africano. Esta redirección significa unos 10 días de más de trayecto en relación con el habitual de Asia hacia Europa, reorganizando así las dinámicas del mercado de transporte de contenedores.
Estos acontecimientos han provocado un cambio significativo en las dinámicas de la industria, requiriendo un tonelaje adicional para así cumplir con el aumento de las demandas. Las transacciones Asia-hacia-Europa, en particular, necesitan al menos dos, y en muchos casos, tres buques, para mantener un servicio semanal de navegación por el Cabo de Buena Esperanza.
A pesar de los esfuerzos por enfrentarse con estos retos, el paso seguro por el Mar Rojo resulta difícil, obligando así al transporte de contenedores a mantener a corto plazo rutas más largas. Este viaje más largo ha permitido hacer frente eficazmente a la crisis, aportando estabilidad en un entorno de incertidumbre.
"En Octubre, las tasas de Asia a Europa rondaban los 1 000 $/feu. Ahora, han aumentado hasta unos 4 000 $, generando incertidumbre en los negocios. Mientras este aumento de los costes en la logística puede afectar a los bienes de menor coste con márgenes más reducidos, los productos de gama más alta tienen mejor margen para absorber estos gastos adicionales," indicó Tobias Sopalla, Director Ejecutivo de Logística Oceánica de AsstrA-Associated Traffic AG.
Debido a la evolución imprevisible de la situación, asegurar las cadenas de suministro marítima y global se impone como un objetivo prioritario.
“A la luz de las dificultades previstas en las cadenas de suministro, se insta a las empresas logísticas a implementar estrategias de resiliencia. Estas medidas son fundamentales, ya que tienen el objetivo de reforzar los negocios contra las potenciales adversidades y asegurar el funcionamiento fluido de las dos cadenas de suministro global y marítima. Los elementos clave de estas estrategias implican una mejor visibilidad, una diversificación de canales de distribución y de aprovisionamiento, más agilidad y flexibilidad de los procesos operativos, y cultivar la colaboración entre las partes interesadas,” añade Christian Feddersen, Director adjunto de Operaciones de Compras y TL de AsstrA.
Author: Aneta Kowalczyk.