Travis Aldridge
El mercado del transporte de mercancías de Estados Unidos es grande y altamente competitivo. Este representa entre un 5 y 6% del producto nacional bruto del país. En el año 2020, la industria del transporte de mercancías generó ingresos anuales cifrados en 732,3 mil millones de dólares y unos ingresos operativos de más de 384,6 mil millones de dólares. Según las previsiones de la American Trucking Association (Asociación de Transporte Americana), se espera que el volumen de transporte de mercancías nacional crezca exponencialmente, con un aumento de 24% para finales de 2022.
En logística, el transporte por carretera permite entregas "just in time" y minimiza los costes adicionales. Por eso las empresas en Estados Unidos con acceso a autopistas prefieren utilizar este método de entrega. Con excepción de la carga a granel o del petróleo/gas, más del 70% de las mercancías del país se transporta por carretera. En el 2021, según la Freight Transportation Research Associates, Inc., 109 340 nuevas empresas de transporte iniciaron operaciones, un aumento del 45% en relación con las 59 538 que lo hicieron en el año 2020. En el sector de entrega por carretera, existe más de 679 127 propietarios y operadores, de los cuales 33,2% son mujeres y 66,8% son hombres.
Como en Europa, el transporte se divide en tres sectores: transporte de carga completa (FTL), cargas consolidas (LTL) y entrega por mensajería. La adquisición de servicios de transporte se lleva a cabo de dos formas: mediante motores de búsqueda o mediante los servicios de un agente. Los compradores tienden a preferir trabajar con agentes para entregas continuas o urgentes. Para convertirse en agente de mercancías en Estados Unidos, una empresa debe disponer de una licencia y realizar un depósito de entre 10 000 a 100 000 dólares, en función de su tamaño. Este depósito sirve de seguridad en caso de que el agente no cumpla con algunas obligaciones financieras con un transportista.
Cuando se recibe un pedido por parte de un cliente, un agente empieza por conseguir la capacidad de carga entre sus proveedores o mediante la publicación de los requisitos en internet. Cuando el agente ha identificado un socio de transporte potencial, las dos partes acuerdan los detalles de la expedición, por ejemplo, las condiciones de entrega, el precio, el volumen, y el peso.
Después de intercambiar los documentos y de realizar las debidas diligencias sobre las experiencias y credenciales mutuas, incluyendo el número de registro del transportista socio, se cierra el negocio. Cuando el pedido ha sido aceptado y confirmado, un operador supervisor llama al almacén de envío y suministra el número de vehículo, la información de contacto del camionero, y la hora de recogida de la carga. A veces los operadores supervisores no comparten el número de teléfono del camionero como parte de los procedimientos de supervisión. Además, no todos los camioneros están cómodos con el inglés, por lo que los problemas pueden resolverse más fácilmente mediante el operador supervisor.
Para acelerar el pago de servicios de transporte, a menudo un transportista utiliza los servicios de empresas de factoring que asumen las obligaciones financieras de un agente a cambio de intereses. La tasa de estos intereses depende del tamaño de la empresa de transporte, del número de camiones implicados, y del volumen de la carga.
“El equipo de Tampa sigue construyendo y manteniendo relaciones de alto nivel tanto con los clientes que como con los proveedores en estos tiempos difíciles. Estas relaciones garantizan confianza entre unos y otros, y nos ayudan a trabajar juntos en cualquier situación. Nuestro objetivo es crecer con nuestros clientes y nuestros transportistas. Juntos somos mejores”, afirma Travis Aldridge, director de la sucursal de AsstrA en Tampa.
Author: Anna Kom.