Aún no alcanzamos a ver el final de las alteraciones en la cadena de suministros. Aunque el difícil año 2020 ya ha pasado, la pandemia ha golpeado otra vez a China en uno de los centros fundamentales del comercio mundial: la provincia de Guangdong. Un nuevo rebrote de COVID-19 ha provocado que el puerto Yantian, en Shenzhen, esté operando con restricciones significativas desde el 25 de mayo del 2021.
Las restricciones en el puerto Yantian están teniendo consecuencias más graves que el bloqueo que sufrió en canal de Suez el pasado mes de mayo. Desde principios de junio, este puerto, abierto parcialmente, opera solo al 30 % de su capacidad previa. Las largas colas y los retrasos están obligando a las empresas de logística a reorganizar sus cadenas de suministros.
De las vías al mar, todo son retos
Vladislav Martin
«En los últimos seis meses, un envío ferroviario tardaba entre 40 y 50 días en llegar de China a Rusia . Por tanto, muchos de nuestros clientes decidieron redirigir sus envíos por mar. Sin embargo, llegados a este punto, los exportadores se enfrentan a nuevos retos. El desvío del tráfico de mercancías desde Yantian a Shekou y Nansha está provocando más congestión en los puertos. Esto está provocando retrasos de entre 2 y 3 semanas en los envíos y las entregas», comenta Vladislav Martin, jefe del EU/China Rail Transport Department (Departamento de Transporte Ferroviario UE/China) de AsstrA.
A fecha de entre finales de mayo y principios de junio, había 20 000 TEU de mercancías que no podían avanzar hacia sus destinos. Estos envíos no pueden redirigirse a otros puertos, ya que las leyes chinas de documentación aduanera son bastante estrictas y deben prepararse específicamente para salir desde un lugar concreto.
El tráfico de camiones alrededor de los puertos Huangpu y Foshan también se ha restringido. Las operaciones de almacén en la región sur de China están limitadas, y encontrar vehículos disponibles en esa zona es un milagro. Además, la normativa exige a los conductores que aporten un test de COVID-19 con resultado negativo para poder entrar a estos puertos.
«A pesar de que haya algo de paso de mercancías a través de Hong Kong, las condiciones para el mercado logístico son tensas. Las barreras legales dificultan el envío de mercancías de China a Hong Kong, que luego siguen viajando hasta países europeos como Polonia», recalca Vladislav Martin.
Mucho dinero y poca esperanza
Esta nueva ola de coronavirus, la escasez de contenedores disponibles en China y las restricciones portuarias han enterrado cualquier esperanza de estabilizar los precios. Los transportistas ya están pagando diez veces más por el transporte marítimo en contenedores, y no se espera que la situación mejore. Las empresas de transporte y logística sentirán las consecuencias de estas restricciones al menos hasta diciembre del 2021, contando con que Shenzhen vuelva a operar a plena capacidad después de las vacaciones de verano.
En estas condiciones, el transporte ferroviario no es una buena alternativa. Los contenedores están bloqueados en los pasos fronterizos de China, la CEI y la UE. Hay una tremenda escasez de contenedores para transporte ferroviario y marítimo, que tienen una alta demanda y con frecuencia son objeto de sobreventa.