La pandemia ha supuesto un golpe manifiesto a la economía europea. Desde que comenzó el confinamiento, las exportaciones desde la Unión Europea han disminuido un 9,4 % respecto a 2019, con las importaciones bajando un 11,6 %. El comercio dentro de la UE cayó un 7,5 %.
La industria del transporte y la logística no es una excepción. La demanda cambiante, las suspensiones de producción y las restricciones al tráfico de mercancías han llevado a un desequilibrio en su transporte. Según Vitalij Verbilovich, jefe de Investigación y Desarrollo en AsstrA, las economías de los estados miembros de la Unión Europea están sufriendo pérdidas significativas.
Vitalij Verbilovich
«Las restricciones, de distintos grados de exigencia, han cambiado el paisaje empresarial y el número de empresas en el mercado ha disminuido». De acuerdo con algunas estimaciones, en 2021, el mercado del transporte perderá hasta un 40 % de su volumen respecto a 2019. La demanda de envíos de mercancías rápidos y ajustados en grupaje (LTL) está creciendo, mientras que la de vehículos completos (FTL) está disminuyendo» añade Vitalij Verbilovich.
En Europa, la caída de demanda más importante se registró en el sector de la energía, seguido del de la automoción y el de los bienes industriales. La comida y la bebida, las materias primas y los productos químicos fueron de los pocos tipos productos que mantuvieron un nivel de demanda similar al de 2019.
«En los sectores de los materiales de construcción y la metalurgia, la demanda de servicios logísticos europeos cayó hasta un 40-50 %. Por otro lado, en otros sectores, como el del agua embotellada y las bebidas o los FMCG, hubo un incremento de un 20-30 %. Al mismo tiempo, las ralentizaciones temporales no significan que este sector se esté volviendo menos beneficioso para los proveedores logísticos bien posicionados», continúa Vitalij Verbilovich. «Por ejemplo, en la ingeniería mecánica, el sector químico y el de los materiales de construcción, hubo un pronunciado declive del volumen en general. Sin embargo, nosotros copamos una parte tan grande de este mercado que en realidad, experimentamos una subida de la demanda. Comparemos este escenario con el de las farmacéuticas y el maderero, que durante la pandemia registraron un incremento general de la demanda de envíos, pero cuyo tráfico de mercancías se mantuvo relativamente reducido en comparación con otras industrias».
En 2020, China se convirtió en el socio comercial dominante de la UE. Las importaciones crecieron un 5,6 %, y las exportaciones, un 2,2 %. Al mismo tiempo, el comercio con Estados Unidos registró una clara caída, tanto en importación como en exportación, que decrecieron un 13,2 % y un 8,2 %, respectivamente.
La pandemia ha afectado a la naturaleza de la demanda. Las preferencias del consumidor están cambiando rápidamente y empujando a las empresas a encontrar soluciones rápidas. La rapidez a la hora de capturar esas oportunidades depende en gran medida de la proximidad entre los lugares de producción y los consumidores finales. Las incidencias que sufrieron las cadenas de suministros durante el confinamiento obligaron a los productores a reconsiderar sus estrategias de desarrollo.
Natalia Iwanowa-Kolakowska
«En Francia, por ejemplo, los sindicatos cada vez demandan más que las empresas locales trasladen sus instalaciones de producción a lugares dentro del país. En la UE, a medida que la capacidad se desarrolla, siguiendo el modelo industrial para el futuro del bloque, se registra una tendencia a la baja en el coste unitario. Si consideramos los costes de producción de los productos, el coste de enviarlos desde otro continente y la huella de carbono que supone ese transporte, está claro que pronto podremos percibir una tendencia a trasladar las fábricas a la Unión Europea», dice Natalia Iwanowa-Kolakowska, Deputy Regional Director (directora regional adjunta) en la UE y Country Manager (jefa de área estatal) de la región de Francia. «Me gustaría creer que en el tercer trimestre de 2021, la economía de la UE tendrá un crecimiento comparable al del salto que se produjo después de que se levantase el confinamiento el año pasado. A juzgar por la relajación de las medidas sanitarias, muchos signos apuntan a que ese dato positivo se repetirá».