En la actualidad, los sectores del retail y del transporte y la logística trabajan con gran rapidez y bajo presión. Por ello, evaluar el rendimiento es fundamental para entender la aparición de errores y poder mejorar las entregas.
El mejor momento para ello, según Zetes, se produce después de un pico estacional, como la Navidad o el Black Friday, pues aún hay tiempo para adaptar la operativa antes del siguiente. En este sentido, los errores más comunes suelen deberse a una mala organización del inventario, problemas de logística externa, un proceso de clasificación de paquetes ineficiente o inexacto o carencias en la trazabilidad.
Muchos de los problemas en los envíos, que suponen un elevado coste, vienen dados por el factor humano. Por ello, es preciso utilizar tecnologías que ayuden a mejorar la eficiencia en el almacén, de modo que no se vea afectada por las fluctuaciones de la demanda.
Además, es importante evitar las entregas fallidas, que tienen un coste de unos 15 euros por paquete. En general, los clientes suelen admitir un máximo de tres errores antes de cambiar de empresa, pero hay que tener en cuenta que si es un error que se repite, es porque un eslabón de la cadena no funciona.