Dentro de un marco de incremento de las inversiones directas de empresas extranjeras en diferentes sectores de los mercados europeos, un reciente estudio coloca a España como el cuarto país del Viejo Continente entre los que más volúmenes de inyecciones de terceros países recibe para proyectos empresariales.
La economía española se coloca de este modo solo por detrás del Reino Unido, Francia y Alemania, por este mismo orden, con 314 proyectos que han contado con inversiones extranjeras directas, lo que, a su vez, implica un incremento con respecto a 2017 de un 32%, que contrasta con los fuertes retrocesos registrados en el Reino Unido y Alemania, así como con el débil crecimiento de Francia en el período, según un reciente informe de EY.
El ascenso de las inversiones directas en España procedentes de otros países se debe en gran parte al aumento de proyectos relacionados con el sector digital, aunque también con la logística y el transporte, así como con el segmento financiero.