La entrada en vigor del nuevo ROTT ocasiona “efectos indeseados” a las empresas transportistas y una aplicación divergente por las administraciones autonómicas. Según la federación de transportistas Fenadismer, entre los efectos no previstos figura la imposibilidad de rehabilitar las autorizaciones de transportes que se encontraban suspendidas temporalmente antes de la reforma, impidiéndoles reanudar su actividad. La reforma entró en vigor el pasado 21 de febrero y ha introducido importantes novedades que afectan tanto a los requisitos de acceso al sector como a las autorizaciones necesarias para ejercer la actividad.
Los transportistas señalan que “desafortunadamente la tramitación del nuevo ROTT se ha caracterizado por una incomprensible opacidad”, como ha denunciado en varias ocasiones el Comité Nacional de Transporte por Carretera. “De ahí que tras la aprobación del nuevo texto hayan surgido sorpresas normativas que están afectando a un importante número de empresas transportistas”, advierte la organización.
TRANSTORNOS PARA LOS TRANSPORTISTAS
Así ha ocurrido con la nueva regulación dada a las autorizaciones de transporte que se encontraban suspendidas temporalmente. Con el nuevo ROTT, miles fueron eliminadas, “con los consiguientes trastornos para las empresas transportistas”, porque en la práctica “expulsar” del sector a centenares de autónomos, que solo pueden acceder de nuevo cumpliendo los requisitos que aquellos que accedan por primera vez. En consecuencia, Fenadismerrecomienda a los transportistas que posean una única autorización de transporte en vigor a que, en caso de que den de baja el vehículo de transporte, procedan a sustituirlo de inmediato. De lo contrario se arriesgan a perder la autorización de transporte.